A nostalgic collage showcasing vintage black and white family photographs.

Romper ciclos para reencontrarse con la vida

Algunas personas sienten que viven atrapadas en patrones que se repiten, como si estuvieran condenadas a cometer los mismos errores una y otra vez. Recuerdo a alguien que llegó a consulta con la mirada cansada, y con una mezcla de resignación y frustración en su voz. Me decía:

«Siento que todo lo que hago termina igual… mis relaciones, mis decisiones… siempre termino lastimando o sintiéndome atrapado.»

Hablamos de su infancia, de sus vínculos familiares, de momentos que había aprendido a ignorar o minimizar. Con cada sesión, empezamos a mirar cómo ciertas dinámicas que él pensaba superadas seguían influyendo en su presente. No era fácil: a veces lloraba en silencio, otras veces se enfadaba consigo mismo, y había días en que sentía que todo esfuerzo era inútil. Pero lentamente comenzó a notar patrones claros, pequeñas piezas del rompecabezas que, hasta entonces, le habían pasado desapercibidas.

Aprender a reconocer lo que podía transformar y lo que podía dejar ir fue un proceso delicado. Implicó confrontar emociones guardadas por años, cuestionar creencias que creía inamovibles y, sobre todo, permitirse sentir lo que hasta entonces había reprimido. Poco a poco, esos descubrimientos empezaron a traer alivio: la sensación de ligereza, de poder decidir por sí mismo, de romper con la repetición automática.

Hoy, me cuenta que ya no siente que esté atrapado. Que puede elegir cómo relacionarse, cómo responder a los demás y, lo más importante, cómo cuidarse. Que cada día se siente un poco más libre, con la certeza de que no está condenado a repetir la historia de su pasado.

Su experiencia me recuerda que todos podemos romper ciclos y recuperar nuestra capacidad de decidir. No tenemos que hacerlo solos. A veces, aceptar acompañamiento profesional es justo lo que necesitamos para liberar lo que nos limita y reencontrarnos con la vida que queremos vivir.

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